El tamaño sí importa

13/2/12

Queridas madres y padres de este mundo y de los demás, que ya lo sois o estáis a punto de serlo pronto… creedme si os digo que... el tamaño SI importa!! Y mucho. Algo tan elemental, sin embargo, no sobreviene a tu entendimiento así porque sí. No. Lo descubres un buen día al llegar a la puerta del colegio cuando veis (tú y el coro de padres que vigilan a sus retoños desde la entrada) a tu hija mayor alejarse caminando alegremente con los tobillos asomando bajo una talla 3 de pantalón.
Importa y mucho. Y es inversamente proporcional al número de neuronas que se te han despertado por la mañana. A saber: a mayor número de neuronas dormidas o durmientes, mayor probabilidad de que le coloques a la mayor el pantalón del chándal del pequeño y viceversa sin que tu psique se inmute ni una mijita.
Al contrario, las otras neuronas, las despiertas, tratarán de avisarte en repetidas ocasionas, pero tú ni caso. En plena maratón matinal sin premio para las madres más rápidas, tu subconsciente (esa parte de ti que a veces te gasta putadas) responderá con evasivas alegando que la mayor ha dado un estirón  y remangando resolutivamente el bajo del pequeño con tal de salir pitando. ¡Hala! Que total, lo importante es ganar la carrera, da igual el aspecto que tengas al alcanzar la meta.

Y entonces, sólo entonces, cuando desde esa puerta abarrotada de padres ves a Steve Urkel en versión rubia distanciarse unos metros de ti, te giras con el susto ya todo él reflejado en tu careto para confirmar que tu otro hijo, al que en 2 minutos tienes que entregar en la puerta del otro patio, va vestido de payaso colegial.  

Menos mal que las cuidadoras del cole también son madres, y por tanto magas, y en un periquete te ayudan a devolver a cada niño a su tamaño original de pantalón y a su fila. Justo a tiempo de empezar el lunes con buen pie. Y pierna.