En realidad, estar en casa tampoco garantiza poder llevar a cabo ninguna de ellas, porque nunca sabemos cuánto tiempo va a tardar P. en desmontarnos el chiringuito, pero al menos lo intentamos. Y éste es el resultado de nuestros arrebatos creativos:
Arroz con leche y lo que se tercie. A. nos prepararía la cena si la dejásemos (¿en qué momento deja de apetecerle a uno preparar cenas?). También volvimos a hacer galletas, esta vez comestibles y todo!!
Pintamos piñas de todos los colores
Por fin terminamos el calendario para el cuarto de A. Con cartulinas, papel de seda y foamy para los números, días y letrero del mes. ¡Le encanta!
Y nuestro último atrevimiento, gracias a la receta que encontré en el blog de Maite: ¡¡hacer pasta de sal!!
A. se lo pasó pipa amasando y creando una tropa de figuritas que me jura que son animales:
Vale, vale, el de la bandeja está claro. Pero en la mesa hay un cocodrilo, según A.
P. también dejó su huella, junto a la de su hermana.
Y finalmente tuvimos que recoger porque el muy gordete prefería comerse la masa.
Efectivamente,yo veo un cocodrilo y además una merluza y un ramo de rosas.
ResponderEliminarQuina xiqueta...
lleó
Hija mía, qué complejo, yo jamás hice tantas cosas con mi hijo... espero que no fuera en una sola tarde. P.
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